Conócenos

Durante más de 10 años, Eva trabajó de manera independiente en el sector inmobiliario, construyendo su reputación únicamente a través del boca a boca. Sin grandes campañas, sin publicidad. Solo con clientes satisfechos que recomendaban su forma de trabajar por su profesionalidad, su cercanía y su manera de implicarse en cada proceso.

Con el tiempo, esa reputación fue creciendo de forma natural. Los clientes repetían, recomendaban y confiaban en ella porque encontraban algo que no es habitual en este sector: a una profesional que trata a cada persona como si fuera la única.

Hoy, esa experiencia se amplía y se transforma en una nueva etapa.
Junto a Jordi, nace Familia Castell Inmobiliaria, una marca donde combinamos la sensibilidad y el camino recorrido de Eva con la visión moderna y estratégica que aporta Jordi.

Somos dos generaciones trabajando juntas, y creemos que ahí está nuestro equilibrio: unir tradición y evolución para construir una inmobiliaria familiar con valores sólidos —honestidad, empatía y transparencia—, pero con un enfoque actual, digital y orientado a ofrecer un servicio de máxima calidad.

Familia Castell no es una agencia más.
Es el resultado de una forma de entender este trabajo desde la humanidad, la dedicación y la responsabilidad. Es nuestro compromiso por recuperar la confianza en el sector inmobiliario y por demostrar que se puede hacer las cosas bien, con ética y con resultados reales.

Porque para nosotros, vender o comprar una casa no es una simple transacción:
es acompañar un cambio de vida, con la dedicación, el respeto y la cercanía que ese momento merece.